José María Aznar, al detalle

José María Aznar, al detalle

Tras cuatro horas, diecinueve minutos y veinticuatro segundos revisando la comparecencia de J.M.A., del 18 de septiembre de 2018, llegamos a una serie de conclusiones.

Hemos podido valorar las diferentes reacciones del expresidente del Gobierno, a través de un estudio completo de las preguntas que le realizaron, pero también descubriremos algunos gestos que pasaron desapercibidos a lo largo de la comparecencia.

Los tres siguientes actos expondrán las diferentes situaciones que se vivieron de una forma detallada:

I ACTO

Hablaremos de su entrada a la comisión , dividida en tres momentos:

  • Camino por el pasillo de la sala de la comisión: el expresidente entra erguido y con seguridad, con una carpeta y una libreta azul, saludando a los interrogadores del día. A los pocos segundos de recorrer el pasillo se rasca la ceja izquierda, señal de que alguien que se encontraba en su campo de visión le incomodaba.

Gesto de incomidad en su margen de visión

  • Saludo preparado con Pablo Casado: desde su entrada se puede ver al nuevo líder del PP en tercer lugar de la fila. Tras la llegada de J. M. Aznar a los aledaños de la mesa en la que comparecerá algo más de cuatro horas, Pablo Casado se esfuerza en entrar en el campo de visión del expresidente y, esperando que los medios estén bien posicionados, se dan un fuerte abrazo (representando la aprobación del pasado al presente y futuro del PP). Segundos después, una carantoña en el rostro de Pablo Casado reafirma el afecto entre ambos.

Escena preparada Pablo Casado buscando fotografía Gran Pasado y Presente PP

  • La mesa: tras una serie de fotos protocolarias antes de tomar asiento, con sonrisa incluida, procede a sentarse en la mesa con los responsables de la comisión. A la izquierda del señor Aznar se sienta don Pedro Quevedo, que recibe atentamente el avituallamiento de agua por parte de J.M.A. y más adelante se sirve él mismo. Este gesto de beber agua es un método para indicar al cerebro de que, si podemos beber agua, no nos encontramos en situación de peligro o pánico, es decir, un método para intentar relajar los nervios iniciales.

No nos gustaría pasar por alto que, tras estos gestos, el expresidente saca de su carpeta una segunda libreta azul, recurso que utilizará para poder responder todas las preguntas a las que se enfrentará. En ambas libretas residen los conceptos principales para poder contrarrestar los ataques de las preguntas recibidas, además de los folios, donde apuntó los detalles principales de cada cuestión planteada.

II ACTO

No podemos negar que José María Aznar tenía muy bien preparada su comparecencia, ya que ante cualquier ataque tenía una defensa, sabiendo llevar en ciertos momentos los temas que generaban controversia a otro nivel. El objetivo era conocer la financiación del PP, pero no se supo demostrar ni practicar preguntas que atacasen directamente a la esencia de la comisión, desviándose en asuntos que no formaban parte de esta.
En las intervenciones de los señores Simancas, Rufián, Matute, Lagardo, Cantó e Iglesias, el lenguaje no verbal del expresidente ofreció una serie de mensajes que no fueron leídos correctamente.

Segundo momento espalada y codo, más mueca de incredulidad asunto Terrorismo interlocutor bildu Matute
Sus momentos de incomodidad se vieron en tres asuntos esenciales: José Couso, las dudas sobre su actuación contra el Terrorismo y la relación Correa- Agag (su yerno). En estos tres casos, su LNV mostró una postura esquiva e incómoda, con la espalda hacia atrás en el asiento, con un brazo o los dos con dirección a la parte trasera del asiento y con la visión escapista, tratando de no mantener contacto visual con el interlocutor.
También tuvimos momentos de reafirmación y autoridad, en los que J. M. Aznar quiso dejar clara su posición ante la pregunta planteada, al hacer uso de las siguientes palabras: “Hoy en la vida política española todo el mundo tiene encima una presunción de culpabilidad por el hecho de dedicarse a la actividad política”. En ese instante, como en la participación de padrino en la boda de su hija, mostro gestos reafirmantes,  señalando con el dedo índice al interlocutor y realizando gestos angulosos y drásticos arriba-abajo con la unión de los dedos índice y pulgar. Este gesto muestra reafirmación, situación que se vio cuando respondió preguntas repetidas que ponían en duda su trayectoria política y financiera dentro del partido.

Uso de las dos manos para reafirmar su posición con fuerza
Así, sobre el caso de Construcción Burgos, su cara determina dos gestos de incomodidad, como son la mueca (cierre de la boca con asimetría de la posición inicial de la misma) y el escape de la mirada con el responsable de la pregunta, buscando puntos de fuga, que se situaban donde se encontraban colaboradores de su partido o elementos que no le produjeran nerviosismo.
Apretar el maxilar superior con el inferior, o ponerse la mano delante de la boca, son muestras de retención que en varios momentos de la comparecencia se vieron por el alto voltaje del escenario planteado.

Retención boca, brazo atrás y mirada escapista - no quiere realación interlocutor - pablo iglesisas

III ACTO

La seguridad o protección mostrada por el expresidente se ve en su postura. Utiliza una barrera con los brazos en forma de muro, tanto si mantiene las manos entrelazadas como si posa la mano derecha sobre la mano izquierda. En algunos momentos, hizo uso de recurso del bolígrafo en la mano derecha para intervenir y señalar.

Postura inclinada hacia delante, mano una sobre la otra y actitud intimidadora para reafirmarse
Además, sólo en los momentos tensos anteriormente citados ascendía los hombros, intentando mostrar incredulidad y distancia ante las acusaciones vertidas.
Primera ocasión apoyo espalda hacia atrás, brazos con el codo dirección hacia atrás, visión escapusta y alazamiento del menton
Hubo una preparación previa de todos los posibles puntos débiles, las dos libretas tenían post-it con detalles de cada interrogador y de su partido, así como de los posibles puntos débiles con los que iba a ser acusado. En definitiva, fue capaz de retener en gran parte sus emociones para no caer en la ineficaz trampa planteada.
José María Aznar, como todo ser humano, tiene sus puntos débiles, detalles que pasaron desapercibidos pero que esconden explicaciones interesantes. Ver no es observar, responder no es contestar, hablar no es dejarse entender.

Manuel Morey Vives
Socio de Usa la Palabra

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