Cómo conectar con el público
Muchas veces la gente se pregunta por qué un orador llama más o menos la atención del público. En gran medida se destacan sus habilidades comunicativas, pero no podemos olvidarnos de un factor esencial: la vida misma.
Y Jesús Vidal lo hizo este sábado en Sevilla después de alzarse con el Goya a Mejor Actor Revelación por su papel en Campeones. Un discurso limpio, medido, sincero y del que todo el mundo habla.
Las redes ya han analizado el discurso. Por lo tanto, veamos por qué su discurso cuenta con un factor esencial.
Parecerá raro leer esta afirmación, pero aquellas historias que integran conceptos personales del comunicador son historias inolvidables. La comunicación experiencial debe llevar consigo, por ejemplo, anécdotas que generen buen humor y ayuden a conectar con el público cada cierto tiempo, errores que cometieron y de los que aprendieron o consejos que no son de obligado cumplimiento. Este es un elemento que ayuda a empatizar con el público, a desnudarse ante ellos y a demostrar que se pueden sacar conclusiones positivas sin necesidad de llegar a extremos.
El gran público tiene expectativas encontradas ante la figura de una persona. Así, grandes entrevistas de televisión viven de las anécdotas, algunas de ellas repetidas mil veces y otras sorprendentes, de aquellos dioses con pies de barro a los que adoran. Comunicar es emocionar, eso lo tenemos claro, pero al mismo tiempo es trasgredir en la barrera que tenemos entre dos personas.
Sí, buscamos paralelismos con los iconos destacados de la sociedad para justificar la compra de un artículo tecnológico, una marca de ropa determinada o la amada religión de realizar fotografías a la comida (poniendo en duda a muchos seres humanos de que el fin de esa práctica no sea otra que sus feligreses sepan que en un futuro no existirá el alimento y viviremos de recuerdos).
La imitación es la principal estrategia para el aprendizaje y de ella necesitamos reciprocidad. El comunicador debe conocer desde un principio ante quien se dirige y, con esa información en la mano, puede conseguir diseñar su desnudez ante el público para su agrado. Un público joven entenderá mejor una anécdota con las redes sociales, o APPS de mensajería instantánea, que alguien más mayor que desearía conocer algún factor más afín a sus gustos. Todos necesitamos saber que nuestros héroes/heroínas sufren, padecen, tienen dificultades, viven experiencias absurdas o fracasan. Porque sin esas experiencias trasladadas en el mensaje de su speech, sus puntos de conexión sólo estarán fijados en el contenido esperado y no en el sorpresivo.
La mejor alegría que le puedes dar a un oyente, es la verdadera historia que hay detrás de ti por ridícula que te parezca. Conocerte, conocernos y conectar son lastres Cque deben formar parte de tu exposición. El hacer partícipe de aquellos detalles que te marcaron, que forman parte de tu modo de trabajo de, pensar, de analizar y de obtener el éxito, son gasolina para la atención del público. La dificultad de esta gestión no es otra que saber escoger con pulso cada uno de esos momentos, porque las preguntas al acabar tu exposición no se centrarán solo en la venta de tu producto, el contenido técnico de tu exposición o el fin formativo de tu intervención, sino de conocer más sobre aquella persona que me mantuvo atento/a durante un tiempo determinado.
Hay dos cosas en común entre orador y público: los dos tenemos únicamente una vida y nuestro tiempo es incalculable, lo que ocurre en esa vida y en ese tiempo solo decidiremos darlo a conocer tú y yo.