Las 3 claves del discurso leído: nunca más

Las 3 claves del discurso leído: nunca más

Argentina 1985, un film de Santiago Mitre

 

«Nunca más» las palabras del alegato final que marcó la historia de la Argentina de los noventa, a través de las palabras escogidas por el fiscal Julio César Strassera y que, de la mano de Santiago Mitre, recupera en su película Argentina 1985, un episodio histórico y sombrío que jamás deberíamos de olvidar.

En este post tenemos la intención de que conozcan con más detalle esta joya de la oratoria jurídica. La dialéctica adaptada a cualquier oído y la importancia de conocer el peso de las palabras, serán claves para dibujar las emociones que una audiencia necesita percibir.

Para ello, analizaremos en tres pasos el alegato del fiscal comodorense:

  • Contexto y palabras clave – fondo del speech
  • Estructura del discurso – recursos y definición
  • La forma y sus aprendizajes

La requisitoria que trataremos a continuación no es una exposición cualquiera, es un ejercicio de redención, reparación y un examen de conciencia moral. Desde finales de 1982, año en el que se recuperó la democracia, hasta el juicio celebrado en 1985, la sociedad argentina no tuvo la oportunidad de conocer la verdad de lo acontecido durante los años 1976 – 1982.

Si citamos a Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Omar Rubens Graffigna, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo, podrían no tener reacción alguna ante estos nombres, pero esperamos que al finalizar la lectura de este humilde artículo, les despierte la atención de conocer más sobre este episodio de la historia reciente.

Inicio cautivador

«Señores jueces, este proceso ha significado para quienes hemos tenido el doloroso privilegio de conocerlo íntimamente, una suerte de descenso a zonas tenebrosas del alma humana, donde la miseria, la abyección y el horror registran profundidades difíciles de imaginar antes y de comprender después«.

En este caso, la lectura de conceptos como «doloroso», «descenso de zonas tenebrosas del alma humana» y «horror», reavivan las imágenes, palabras y testimonios que comparecieron semanas atrás, casi de forma infinita durante el proceso, rompiendo el concepto de la humanidad en mil pedazos.

El momento de Dante Alighieri

Acto seguido, el fiscal Strassera referencia la obra de Dante Alighieri, La Divina Comedia, un recurso literario en forma de fuente para abrir aún más si cabe el marco de este proceso judicial. Ya no solo influye en el proceso las leyes de los hombres, sino en el ámbito más espiritual del ser humano. El señor Strassera continua de la siguiente forma:

«Reservaba el 7º círculo del infierno para los violentos, para todos aquellos que hicieran algún daño a los demás mediante la fuerza«. Una referencia directa al banquillo de los acusados, abriendo así el paralelismo que describía la fiscalía entre la obra literaria y la etapa atroz que se evaluaba. 41 segundos de este alegato final que marcó al país sudamericano y aún queda mucho más por analizar.

«Estos son los tiranos que vivieron de sangre y de rapiña, aquí se lloran sus despiadadas faltas» una analogía más dirigida a los acusados y al proceso judicial en el cual se hallaban.

Referentes profesionales en la materia

Acto seguido, citó a dos profesionales de autoridad, como son Oliver Wandell Holmes, uno de los juristas más influyentes del Derecho anglosajón, y Günter Stratenwerth, uno de los más ilustres representantes de la ciencia del Derecho penal alemán. Ambas referencias sobre la retribución de la pena son resortes positivos para blindar el alegato final y dotar de pilares sólidos a través de extractos de ambos juristas que se alinean con el objetivo.

El apunte en el que se citan las palabras «si fracasa aunque sólo sea supuestamente la administración de justicia Penal, estaremos siempre ante la amenaza de la recaída en el derecho de propia mano o la justicia de Lynch«. El uso de la condición que imprime el sí inicial del extracto,  quiere fijar la relevancia de la decisión, evocando las posibles consecuencias e imponiendo presión al tribunal.

Abordamos el nudo de esta brillante exposición

Más adelante, el fiscal cita textualmente: «este juicio y esta condena son importantes y necesarios para la nación Argentina, que ha sido ofendida por crímenes atroces«. Con este extracto ya definimos el marco de la argumentación del propio fiscal en una montaña de emociones que se expondrán a continuación. Señala la relación juicio y condena, con el fin de no olvidar la necesidad imperiosa de ese segundo concepto, señalando a todos los presentes como sujetos pasivos de los crímenes atroces.

Siendo continuista con el análisis sobre la sociedad argentina, el fiscal menciona: «la mera hipótesis de la impunidad, salvo que la conciencia de los argentinos haya descendido a niveles tribales, nadie puede admitir el secuestro, tortura o el asesinato, constituyan hechos políticos o contingencias del combate«. La fiscalía quiere exponer el debate al pueblo argentino, en un juicio moral, retándole a su propio autoanálisis tras los hechos demostrados durante el proceso judicial y pivotando sobre los delitos cometidos en forma de secuestros, torturas y asesinatos injustificados.

Es entonces cuando retoma el señor Strassera la estructura de los hechos y la moral, explicando que: «el sadismo no es una ideología política ni una estrategia bélica, sino una perversión moral«. Subir el tono en las palabras fijadas en negrita de esta última frase, denota el trabajo de lenguaje para-verbal construido por el orador durante la elaboración del redactado, resaltando su peso durante su speech.

En este punto, la fiscalía fija las conclusiones y beneficios que generará dicho proceso en 3 aspectos:

  • Autoestima – Ethos
  • Fe en los valores – Pathos
  • Recuperación de su imagen internacional dañada – Logos

Remata dichas consecuencias con el término «represión ilegal». Utiliza la estructura Aristotélica del Ethos, el Pathos y el Logos, es decir, la credibilidad, la emoción y el razonamiento lógico. Pero tranquilos, que aún hay más. En un ejercicio de dialéctica muy bien estructurado, el fiscal quiere establecer las 4 preguntas clave que, ante cualquier asunto, el receptor querría entender: quién, qué, cuándo y por qué.

El quién – «esta condena es importante para las Fuerzas Armadas de la Nación. Este proceso no ha sido celebrado contra ellas, sino contra los responsables de su conducción«.

El Qué – «delitos concretos y determinados».

Cuándo – «en el período de 1976 a 1982«.

Por qué – «este juicio y esta condena son importantes y necesarios para las víctimas que reclaman y los sobrevivientes que merecen esta reparación«.

El cierre del alegato

El remate final del alegato, con el fin de fijar que el presente de dicho juicio es capital para el cambio, se refleja en los últimos coletazos de una pluma ácida:

  • «no se trata por supuesto, de revivir viejos eslóganes, como aquel de que La sangre derramada no será negociada«.
  • «No se trata ahora de negociar nada, porque nada se está negociando».
  • «Los argentinos hemos tratado de obtener la paz fundándola en el olvido y fracasamos».
  • «Ya hemos hablado de pasadas y frustradas amnistías».
  • «Hemos tratado de buscar la paz por vía de la violencia y el exterminio del adversario y fracasamos».

Y las soluciones correspondientes a los latigazos al pasado:

  • «Nos cabe la responsabilidad de fundar una paz basada no en el olvido, sino en la memoria; no en la violencia, sino en la justicia». En una frase que aúna los 5 matices con los que describe la problemática. A partir de entonces, expone su último valls dialéctico con una frase incipiente «Esta es nuestra oportunidad y quizá sea la última«.

El vivo ejemplo de un final contundente para que nos recuerden y evitar que quede en el olvido nuestra exposición. Es el recurso clave que cualquier profesor de oratoria refleja en las bases de la comunicación. Queremos que se nos recuerde, que fijemos un poso en la memoria de los receptores y esta última frase, es historia de la comunicación.

«Quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino… Señores jueces:»Nunca más».

Estas últimas palabras engloban la voz de todos en uno, representa al letrado Strassera como una herramienta del pueblo para solucionar un problema que ellos mismos han sufrido, no sin antes exigir en esas dos últimas palabras, un cambio que construya una nueva forma de ver a su país.

Hay tres lecciones que extraemos de este discurso y que nos gustaría compartir con todos ustedes:

  • Leer un discurso con carga emotiva y de tanta responsabilidad, será bien valorado siempre y cuando el uso del lenguaje para-verbal, la lectura avanzada y el énfasis en las palabras clave se note en cada renglón del speech.
  • La personalidad de un orador reside en el verdadero detalle de nutrir de ejemplos que ayuden con su simplicidad a entender las situaciones complejas. El orador perfecto es aquel que hace fácil lo difícil.
  • Situar como sujeto principal de tu mensaje a todos aquellos a los que representa tu intervención, es un acto de responsabilidad que debe llevar fijados dos valores fundamentales: adaptación a la audiencia y reflejar la necesidad que los mentados nos exigen.

Agradecerles el tiempo dedicado en conocer las palabras del fiscal Julio César Strassera y les facilitamos a continuación el alegato final que marcó el futuro de un país, la Argentina.

En último lugar, invitarles a que nos compartan su opinión en los comentarios y nos reten a analizar un discurso que les apasione, estaremos encantados de aceptar el desafío.

 

One thought on “Las 3 claves del discurso leído: nunca más
  1. ¡Impecable! El simple hecho de leerlo trasmite con fuerza y emoción (en mi caso hasta las lágrimas). GRACIAS por semejante análisis y aprendizajes brindados.
    Sin dudas hay muchos discursos dignos pero, siguiendo la línea de la emocionalidad, el que pronunció Steve Jobs en la Universidad de Stanford creo merece ser analizado una vez más ; )

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